¿Cuál es la forma de guardar las verduras en el frigorífico? Cómo y dónde guardarlas en la nevera
Es muy frustrante cuando las verduras frescas y frutas se estropean en el frigorífico. Han sido comprado frescas, verdes, saludables y, a los pocos días, se han estropeado, podrido o les ha salido moho. Esto se puede evitar encontrando el mejor sitio de la nevera donde guardar las verduras y sabiendo algunos consejos para que duren más tiempo. Además, cómo evitar que una verdura o fruta podrida estropee las demás a su alrededor.
Encontrar el mejor lugar donde guardar las verduras en el frigorífico
La correcta conservación de las verduras frescas es esencial para mantener su calidad, textura y sabor durante más tiempo y guardar las verduras en el frigorífico es una buena opción para prolongar su duración, pero es importante hacerlo de manera adecuada para evitar su deterioro.
El frigorífico tiene zonas a diferente temperatura y cada una es más adecuada para unos alimentos que para otros. En el caso de las verduras frescas, la parte baja de la nevera es la mejor zona de la nevera donde guardarlas, sobre todo si tiene un cajón donde guardar las verduras frescas para conservarlas mejor y más tiempo.
Cómo guardar las verduras en la nevera para que estén frescas más tiempo
Si se te pudren las verduras a los pocos días de haberlas comprado, necesitas leer estos consejos porque probablemente alguno sea el motivo por el que se echan a perder a antes de lo esperado.
Consejos para guardar las verduras frescas en el frigorífico:
Preparar las verduras: antes de guardar las verduras en el frigorífico, es importante prepararlas adecuadamente. Se deben lavar cuidadosamente para eliminar cualquier suciedad y residuo de pesticida que puedan tener y secarlas completamente antes de ser almacenadas, ya que la humedad puede acelerar su descomposición y provocar el crecimiento de bacterias y hongos.
Elegir la zona del frigorífico adecuada para las verduras: el frigorífico está dividido en diferentes zonas de temperatura, y cada zona es adecuada para guardar diferentes tipos de alimentos. Las verduras frescas se deben almacenar en la zona de la verdura o del cajón de la verdura, que suele estar en la parte más baja y fría del frigorífico. Esta zona tiene una temperatura de entre 0 y 5º centígrados, que es la temperatura ideal para conservar las verduras frescas.
Guardar las verduras congeladas en el congelador: si se han comprado verduras congeladas o si has decidido congelar algunas verduras frescas, es importante guardarlas en el congelador tan pronto como sea posible después de comprarlas. De esta manera, se puede garantizar que se mantengan frescas y en buen estado hasta que las necesites.
Almacenar las verduras en bolsas de plástico: una buena forma de almacenar las verduras frescas en el frigorífico es en bolsas de plástico perforadas. Las bolsas de plástico ayudan a mantener la humedad y protegen las verduras del aire. Además, las perforaciones permiten una buena circulación y evitan que se acumule humedad en el interior de la bolsa. Es importante no cerrar herméticamente las bolsas porque verduras frescas necesitan oxígeno para conservarse frescas más tiempo.
Separar las verduras: es importante separar las verduras en el frigorífico para evitar su deterioro y la contaminación cruzada. Las verduras deben almacenarse por separado de los restos de carne cruda y los productos lácteos. Además, las verduras que desprenden etileno, como los plátanos, las manzanas o los tomates, deben ser almacenadas por separado de las verduras que son sensibles al etileno, como las lechugas, las espinacas o los pepinos. El etileno es una hormona vegetal gaseosa que se produce naturalmente en las plantas y actúa como un regulador del crecimiento y desarrollo. También se conoce como "la hormona del envejecimiento" ya que acelera el proceso de maduración y deterioro de las frutas y verduras.
No mezclar frutas y verduras juntas en el cajón de la nevera: aunque pueda parecer normal almacenar todos los productos frescos juntos, la realidad es que las frutas emiten gas etileno, que puede provocar que las verduras se maduren demasiado rápido o se pudran antes de tiempo. Por lo tanto, es mejor almacenar las frutas y verduras por separado.
Las verduras enteras duran más: las verduras enteras tienen una duración mayor que las verduras cortadas, ya que al cortarlas se acelera su deterioro. Si se cortan las verduras, es importante guardarlas en bolsas de plástico o recipientes herméticos porque se oxidan rápidamente, como las zanahorias o las patatas, deben ser sumergidas en agua fría antes de ser almacenadas. Sumergir patatas y zanahorias cortadas en agua fría ayuda a prolongar su frescura porque el agua ayuda a rehidratarlas y reponer la humedad que pierden al cortarlas, además, se reduce la velocidad de la actividad enzimática del proceso de putrefacción.
Rotar las verduras: rotar las verduras en el frigorífico evita su deterioro. Como con todos los alimentos, las verduras más antiguas deben ser utilizadas primero y las nuevas deben ser almacenadas en la parte trasera de la zona de la verdura, siendo las próximas en ser utilizadas.
Revisar las verduras regularmente: hay que revisar las verduras almacenadas en el frigorífico con regularidad para asegurarse de que no hay ninguna que esté empezando a pudrirse o esté en mal estado. Si se detecta alguna verdura en mal estado, es mejor desecharla inmediatamente para evitar que afecte a todas las demás.
Guardar verduras frescas en el frigorífico de manera correcta prolonga su vida útil y mantiene su frescura por más tiempo. Siempre hay que tener en cuenta que cada verdura tiene sus propias características de almacenamiento, por lo que es necesario conocer los mejores métodos para cada tipo de verdura. Con los consejos adecuados y un poco de planificación, se puede garantizar que las verduras se mantengan frescas y saludables durante más tiempo, reduciendo la cantidad de comida que se tira a la basura y, así, evitando tirar dinero.
¿Por qué una verdura podrida hace que las demás se pudran?
La razón por la que una verdura podrida puede acabar con todas las demás verduras que están a su alrededor son los gases que desprende.
Cuando una verdura se pudre, las bacterias y los hongos que se están alimentando de ella y, por lo tanto, la han podrido, liberan gases y sustancias que aceleran la descomposición.
Estos gases y sustancias pueden llegar a otras verduras cercanas a través del aire o del contacto directo, lo que puede provocar que las verduras frescas se contagien y se empiecen a pudrir. Además, las verduras que están en contacto directo pueden crear un ambiente húmedo y oscuro, lo que fomenta la propagación de las bacterias y hongos.
Es importante retirar cualquier verdura que esté en mal estado de inmediato para prevenir la propagación y el contagio de la putrefacción a las demás verduras. Revísalas para ver si alguna más ha empezado a pudrirse para retirarla también y salvar todas las demás.