Las raíces de las patatas son una respuesta natural de la planta cuando busca nutrientes y agua en el suelo. Estas raíces son esenciales para la supervivencia de la planta, pero cuando salen en las patatas que vienen de la tienda pueden ser un inconveniente y es mejor no comer esas patatas.
Las raíces de las patatas son pequeñas protuberancias que crecen en la superficie de la patata, llegando a hacerse muy grandes si siguen creciendo. A menudo, son de color blanco o marrón claro, de sabor amargo, y pueden parecerse a pequeñas ramas o cabello fino. Estas raíces se forman cuando la patata está expuesta a la humedad y la luz, lo que le da a la patata la señal de que es hora de empezar a crecer.
Si se dejan sin tratar, las raíces pueden crecer rápidamente y afectar la calidad de la patata. Las raíces pueden absorber la humedad alta y los nutrientes de la patata, lo que la hace más seca y menos sabrosa al cocinar la patata y pierde mucha calidad al comerla. Además, las raíces pueden hacer que la patata se vuelva mucho más susceptible a la putrefacción y el moho, volviéndose malas para la salud.
A las patatas les salen raíces en casa debido a diversos factores, incluyendo la exposición a la luz, el calor y la humedad.
Cuando se almacenan o se ponen en lugares con demasiada luz, como encima de la encimera de la cocina, las patatas pueden comenzar a brotar y desarrollar raíces. Además, si se almacenan en lugares con demasiado calor o alta humedad, como cerca de la estufa o en un armario húmedo, las patatas pueden comenzar a germinar y formar raíces, empezando este problema.
También es importante tener en cuenta la calidad de las patatas que se compran, ya que las que tienen defectos o están dañadas son más propensas a desarrollar raíces y puede que no sea bueno cocinarlas.
Los brotes y raíces de las patatas pueden contener una sustancia tóxica llamada solanina.
La solanina es un alcaloide que se produce naturalmente en las plantas de la familia de las solanáceas, a la que pertenece la patata, así como la berenjena, el tomate y el pimiento. En la patata, la solanina se acumula en cantidades más elevadas en las zonas verdes, brotes y raíces del tubérculo, por lo que son las partes más peligrosas al consumirlas y hay que evitar la formación de esas zonas. Y, por supuesto, estas partes del tubérculo no se deben comer.
Esta toxina se produce en las partes verdes de la planta, incluyendo los brotes y las raíces, y es un problema ya que puede ser tóxica para los humanos si se consume.
La ingesta de este tóxico en pequeñas o grandes dosis, la solanina, puede causar una variedad de síntomas y reacciones que varían en intensidad dependiendo de la cantidad de solanina ingerida. Es importante destacar que la solanina es tóxica en dosis relativamente pequeñas y, por lo tanto, es importante tomar medidas preventivas para evitar su consumo en exceso y no poner en peligro tu salud.
Los síntomas más comunes de intoxicación por solanina incluyen dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos y fiebre. También pueden producirse dolores de cabeza, mareos y debilidad.
En casos más graves, puede haber problemas respiratorios, confusión y convulsiones.
Los síntomas de la intoxicación por solanina van desde dolores de cabeza hasta, en casos graves, convulsiones y coma. Por lo tanto, se recomienda evitar consumir las patatas que han brotado o tienen raíces, y es importante almacenarlas correctamente para evitar la aparición del compuesto tóxico.
Síntomas de intoxicación por solanina:
Para evitar que las patatas desarrollen raíces en casa se pueden seguir estos 7 consejos prácticos:
Siguiendo estos consejos, se puede prolongar mucho la vida útil de las patatas, es decir, menos patatas se ponen malas o ninguna, y reducir el riesgo de germinación y desarrollo de raíces, lo que hará prevenir posibles intoxicaciones que afecten a tu salud y hará ahorrar dinero al tener que tirar menos patatas.