Lavar los platos es fácil pero una cosa es simplemente lavar los platos y otra cosa es lavar los platos correctamente y, para eso, hay que tener algunas cosas en cuenta para conseguir la mejor forma de limpiar los platos.
La forma fácil y rápida de hacerlo es echarles lavavajillas, que haga mucha espuma y fregar con el estropajo hasta que la comida pega a los platos, vasos, cubiertos etcétera desaparece. De esta forma, quedan limpios y brillantes pero no es la mejor forma de fregar los platos y toda la vajilla pero, ¿por qué? Porque, haciéndolo así, solo se dejan bonitos a la vista pero no están limpios del todo porque quedan bacterias. Además, hay que tener en cuenta el estropajo, que se llena de bacterias y es el punto más sucio e insalubre de toda la casa, incluso mucho más que el inodoro.
Se han hecho investigaciones para saber qué tipo de bacterias "viven" en los restos de comida y en los estropajos. Concretamente, la Universidad de Furtwangen en el suroeste de Alemania hizo un estudio recientemente en el que encontraron ADN de 362 especies de bacterias, 54.000 millones de bacterias por centímetro cúbico, que son más de las que se encuentran en los inodoros. Las condiciones de humedad cálida y minúsculos restos de comida de los estropajos los convierten en los lugares con las mejores condiciones de vida para las bacterias.
La mayoría de estas bacterias no son peligrosas para los seres humanos aunque sí pueden causar infecciones o intoxicaciones para estar en cama varios días.
Entre todas las bacterias presentes en los estropajos destacan la Escherichia Coli, Salmonella, Listeria y estafilococos.
Desinfectar los estropajos funciona pero no es efectivo al 100%, ya que reduce enormemente la cantidad de bacterias pero no las elimina del todo y, estas bacterias resistentes, se multiplican y pueblan el estropajo.
Por todo esto conviene cambiar los estropajos cada semana o cada dos semanas como mucho.
Los platos sucios contienen estas mismas bacterias que se reproducen y se alimentan de los restos de comida pegada. Por eso, los estropajos se contaminan de estas bacterias al mismo tiempo que contaminan los platos y toda la vajilla con las bacterias que viven en ellos. Las bacterias viajan del plato al estropajo y del estropajo al plato.
Para lavar o fregar los platos de la manera más eficiente y eliminar todos los restos de comida y las bacterias hay que seguir unos pasos. Para conseguir la mejor forma de limpiar los platos hay que tener los elementos adecuados y las condiciones de agua, lavavajillas, estropajo o cepillo adecuadas para dejar los platos totalmente limpios.
Hay que lavar los platos lo antes posible. No conviene dejarlos mucho tiempo porque las bacterias van a reproducirse más y más y habrá muchas más.
Si no puedes lavarlos justo después de comer, por cualquier motivo incluso si has comido demasiado y necesitas hacer la digestión, prepara el agua con el lavavajillas y deja los platos y la vajilla en remojo.
¡Siempre tira los restos de comida a la basura antes de poner los platos en remojo!