Cómo limpiar bien el aparato de aire acondicionado
Cuando se acerca el verano y el calor llega el momento de poner a punto el aire acondicionado y hay que limpiarlo, después de estar todo el otoño e invierno apagado. Limpiar el aire acondicionado no es solamente quitarle el polvo por fuera y por dentro sino que hay que prestarle atención especial a los filtros, lavarlos bien y quitarles el polvo o, si es necesario, cambiarlos por filtros nuevos. Un aire acondicionado con filtros sucios es malo para la calidad del aire.
Un aire acondicionado enfría el aire en un espacio cerrado para sobrellevar el calor del verano. Con el tiempo, el polvo, la suciedad y otros contaminantes de la calle pueden acumularse en su interior, lo que disminuye su eficacia y puede afectar a la calidad del aire que respiramos.
Para mantener el aire acondicionado en buen estado y prolongar su vida útil, es necesario limpiarlo regularmente siguiente unos pasos.
¿Qué hace falta para limpiar el aire acondicionado?
Antes de comenzar el proceso de limpieza, es importante asegurarse de que el aire acondicionado esté apagado y desconectado de la corriente eléctrica.
Limpiar regularmente un aire acondicionado es importante para mantener su eficacia y prolongar su vida útil. Sigue estos pasos sencillos para mantener tu aire acondicionado en buen estado y disfrutar de aire fresco y limpio en tu hogar o lugar de trabajo.
Además, necesitarás las siguientes herramientas y suministros:
Guantes de goma
Gafas de seguridad
Un cepillo suave
Un trapo
Un bote de limpiador de aire acondicionado
Una bolsa de plástico
Un destornillador
Un filtro de aire de repuesto
Pasos para limpiar el aire acondicionado
Desmontar la carcasa: comienza por retirar la carcasa del aire acondicionado. Para hacerlo, necesitarás un destornillador. Una vez que la carcasa esté fuera, colócala a un lado en un área limpia y segura.
Limpiar o cambiar los filtros de aire: el siguiente paso es limpiar los filtros de aire. Retira los filtros y limpia el polvo y la suciedad con un cepillo suave. Si los filtros están muy sucios, sumérgelos en agua tibia y añade un poco de limpiador de aire acondicionado. Una vez que estén limpios, sécalos bien antes de volver a colocarlos en el aire acondicionado. También puedes poner filtros nuevos.
Limpiar las bobinas: las bobinas del evaporador y del condensador son esenciales para la eficiencia del aire acondicionado. Utiliza un cepillo suave y un limpiador de aire acondicionado para limpiar las bobinas y retirar cualquier acumulación de suciedad o polvo.
Comprobar el desagüe: asegúrate de que el desagüe del aire acondicionado esté limpio y despejado. Utiliza una bolsa de plástico para cubrir el desagüe y evitar que entre agua en el aparato de aire acondicionado durante la limpieza.
Volver a colocar la carcasa: una vez limpiadas todas las partes del aire acondicionado, vuelve a colocar la carcasa en su lugar y asegúrala con los tornillos.
Encender el aire acondicionado: enciende el aire acondicionado para asegurarte de que está funcionando correctamente. Si el aire acondicionado no funciona o funciona mal, puede ser necesario que llames a un técnico de reparación de aire acondicionado, preferiblemente del seguro de hogar.